Chela y Lola Godínez estaban celosas de Anónima Pérez. Todo por el flaco, el jefe de la banda, que derrapaba por ella. Las Godínez no se contaban todo, pero tenían una cofradía en silencio contra Anónima. Sus vecinas, las Gutiérrez les habían dicho que Anónima nunca daba su verdadero nombre. Las Godínez abrieron una investigación detectivesca. Al flaco le dijo que se llamaba Ana Pereira y a los novios de las Gutiérrez les dijo llamarse Anette. Eso era lo que traía loco al flaco, no su cuerpecito de uva.